Sobre el AIFA y la tormenta de arena que representa
Desde ayer he visto cientos, tal vez miles de memes, post, bromas, enojos, personas escandalizadas, etc. Por el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles. El presidente, de nuevo, logró lo que quería de nosotros. ¿Realmente creen que todo lo que pasó ayer fue por ineptos, inútiles, “nacos”, “corrientes” y cualquier adjetivo que se les ocurra y que si, también sería correcto? No, lo que pasó ayer fue totalmente a propósito, intencional para que la “oposición” cayera, como cayó, nuevamente en su trampa. Yo mismo a primeras horas del día me indigné con lo que veía y compartí mi sorpresa e indignación en redes, pero después, a medio día, caí a la cuenta de lo que estaba pasando…
Hay, para mi, tres vertientes de pensamiento en lo que ocurrió ayer, tres vertientes de pensamiento que se tejen y se hacen una, como una cabo que está compuesto de varias trenzas de fibras entrelazadas, así mismo.
La primera trenza que forma este cabo es el pensamiento de AMLO, aldeano, provinciano, tropical, no entiende el mundo y no le interesa entenderlo, en su mente no cabe la idea de un México moderno porque él no conoce la modernidad y no le interesa, el está con la cara vuelta hacia el pasado.
La segunda trenza del cabo es el desdén de todo el grupo gobernante por las cosas bien hechas, lo importante no son los resultados sino la voluntad del líder. El “jefe” pidió un aeropuerto en 3 años, nunca dijo que quería un aeropuerto bien hecho. Y además no importa, lo importante es que hay aeropuerto. ¿Es suficiente? No importa, en 3 años se verá que hacer, hay que centrarse en los deseos del líder de turno, así funciona este sistema político, vuelven los tiempos de “la hora que usted diga Sr. Presidente".
Y la tercera y más importante trenza, como lo explicaré mas adelante, es la ideológica. No se pueden permitir “presumir” algo que el 70% de los mexicanos no concibe, jamás usarán y se sentirían incómodos si lo llegan a usar. La trenza ideológica en este cabo que amarra el poder del nuevo Reich es la más importante.
Pero ¿entonces que pasó? ¿Qué pasó ayer? No importa, pasó lo que querían que pasara, y este es el sentido final de este largo escrito. Todo lo que vimos fue a propósito, yo no dudo que el mismo gobierno haya buscado los vendedores, les haya dicho dónde ponerse. Que hayan sido ellos, el gobierno, los que dieron instrucciones de poner uno trompo de pastor y un anafre, los que llevaron a la señora de las tlayudas. No dudo que ellos mismos supervisaran que la “sala V.I.P.” fuera montada peor que un coffe break de reunión de Mary Kay. Todo esto fue con un motivo muy claro: que “la oposición” se escandalizara, compartiera “los horrores” de este nuevo aeropuerto, gritara y gritara lo “naco”, “corriente” y “mediocre” de este gobierno. Buscaban y consiguieron, que la oposición hiciera tanto ruido que se olvidaran las cosas importantes:
Que olvidemos se canceló Texcoco en un acto de vendetta política, un aeropuerto que nos pondría en posibilidad de competir con hubs como el de Panamá, Atlanta o Miami.
Esta Vendetta costó cientos de millones de pesos, en impuestos, cientos de millones de pesos en inversión y derrama económica directa por el aeropuerto, dinero que el país necesita para otras cosas.
Que olvidemos que el nuevo aeropuerto, más allá de si lo consideramos feo, “naco”, “corriente” una “central avionera” bonito o lo que sea, es una obra incompleta, solo se “entregó” el 30% de la obra, que, aún completa será una obra insuficiente y jamás será lo que el país requiere. Es una obra cara y plagada de opacidad y presumiblemente de corrupción.
Quieren que olvidemos que después de dos meses, el presidente, pese a atacar constantemente a los medios y periodistas, no hay podido explicar sin lugar a dudas, cómo es que su hijo, que hace 3 años no sabía que haría con su vida, no se le conoce vida profesional anterior a que su papá fuera presidente y no se le conocen emprendimientos anteriores, pasara a ser un millonario, no han sido capaces de explicarlo.
Buscan que olvidemos que el Fiscal General de la República está totalmente incapacitado para seguir en su puesto después de los escándalo que surgieron y siguen brotando que lo involucran.
Pretenden que olvidemos que el círculo cercano de López Obrador, familiar y político, está inmerso en escándalos de corrupción, tráfico de influencias, abuso de poder, enriquecimiento ilícito etc, por lo tanto, mientras él no actué, separe y se deslinde de ellos, él es parte de esa red de corrupción.
Y, por último, y no menos importante, esto que pasó ayer es (también) una forma (más) de que la “oposición” se enoje y se convenza de salir a votar masivamente contra él en la próxima farsa del 10 de abril. Todo eso y más fue lo del AIFA, no nos enganchemos en cosas que no tienen importancia mientras desarman el país frente a nuestros ojos.
Les pido que recuerden, siempre, siempre, que la “4T” es una cuestión ideológica y no práctica. El campo de acción de este movimiento es la ideología y nos ha ganado la batalla por goleada. Me explico:
Lo que estamos viviendo actualmente no es, como muchos ciegamente afirman, el resultado de años de lucha “social”, no. Es el resultado de grupos de poder excluidos desde los 80’s de la repartición del botín del presupuesto, excluidos por la llegada de los “tecnócratas” encabezados por el primero de ellos en el poder Miguel de la Madrid Hurtado. El grupo de estatistas fue relegado de los círculos del poder, tal vez expiando los pecados de los grandes estatistas del siglo XX, Luis Echeverría y José López Portillo, o tal vez pagando sus propios pecados, de nuevo, no lo sé. Este grupo o grupos han preparado su regreso desde los 90´s, primero de la mano del gran heredero del Tata Cárdenas, su hijo el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas primero en el interior del mismo PRI con “la corriente democrática” y después, aglutinando a “la izquierda” en un nuevo partido – movimiento. Cuando este caidillo ya se había consumido por 3 elecciones presidenciales, ungieron al siguiente “gran” líder, al mesiánico Andrés Manuel López Obrador.
Se han valido de ideologías de izquierda cultivadas y existentes desde principios del siglo XX en México y en el mundo. Ideologías que se atizaron con la llegada del exilio español y que tomaron forma a finales de los 50’s, que llegaron a su máximo con el movimiento estudiantil del 68 y las posteriores guerrillas urbanas y campesinas de los 70’s, la Liga 23 de Septiembre, el movimiento de Lucio Cabañas en Guerrero etc. Ideologías que no murieron, al contrario, siempre permanecieron vivas en las sombras acumulando resentimiento y rencor, esperando el momento de surgir de nuevo en México.
El centro de la pelea siempre ha sido el poder, lo que está en juego y ha estado en pugna desde 1988, es el poder. No es una batalla por acabar con la corrupción, no es una guerra por instaurar nada nuevo o mejor, no se trata de “limpiar” o ayudar a México, lo que menos ha importado es México y los mexicanos, no se trata de acabar con los pobres o de “hacer justicia social”. No, se han valido de una ideología “social” que se aprovechó del hartazgo de muchos, de la desesperación de muchos, para convencerlos que eran el camino para “cambiar las cosas”, hacer “justicia”, terminar con “las élites” y cualquier cosa que se les ocurra que vaya en contra de lo que estaba establecido (les llegó a funcionar hasta estar en contra del horario de verano). Este grupo se están valiendo de la ideología para intentar instaurar una hegemonía ideológica, discursiva y cultural, a tal punto que convencieron a “la izquierda” de que ellos eran izquierda. Convencieron a la “derecha” evangélica que ellos cuidarían de la vida y la moral. Muchos osaron decir que este grupo y su cabeza aparente (AMLO) eran “pragmáticos”, nada mas alejado a la verdad, son oportunistas y perversos, en México, como en Latinoamérica lo que funciona es el discurso de Izquierda, ese usan ahora. Esta es la razón por las que en este “movimiento” conviven “Social demócratas” con duros “Bolivarianos”, Moderados Keinesianos con fanáticos Marxistas, gente que está a favor de Trump y de Putin. En el corazón del grupo es decir, sus líderes, saben que eso no importa, la ideología es solo una fachada, un vehículo para llegar, ellos saben que una vez que logren esta hegemonía cultural, todo será más fácil, podrán detentar el poder por décadas. Es por ello que impulsaron una contra reforma educativa, tienen que ganarse el favor de los maestros pues ellos son el instrumento de adoctrinamiento para las nuevas generaciones. Antes de que pienses que eso es demasiado “conspiratorio” te tengo que decir o recordar que ya pasó, en los 70´s y 80´s (los años de los grandes estatistas del PRI) se adoctrinaba en las escuelas, desde el nacionalismo de monografía lleno de “héroes”. Se conocía y “estudiaba” las grandes obras y grandes programas de los caudillos en turno, las “bondades” de la “Revolución Mexicana”, la heroica gesta de la expropiación petrolera, la “valentía” del escuadrón 201 y un largo etcétera que nos convencía desde niños de que, somos un pueblo cuasi elegido por Dios, cómo México no hay dos (cuando creces agradeces que eso es cierto en otro sentido), y que nuestro gobierno es el mejor de los posibles.
Yo estoy convencido de que AMLO, si bien es el líder “visible” y aparente de esto, no es más que un vehículo para recuperar el poder y, sobre todo, los beneficios de este poder. Estoy convencido de que AMLO es un vehículo, uno grande, cómodo y demoledor para lograr este nuevo principio, pero que no es más que eso. Por más que analizo a AMLO no lo puedo imaginar con la sagacidad y el pensamiento a larguísimo plazo que implica un proyecto así. Si consideramos como funcionó el PRI por décadas, me parece que ahora “solo” es el “turno” de AMLO, “le toca mover”, como en un gran “Monopoly” de la vida real, pero vienen más jugadores, o la idea es esa, que vengan más, volver a construir una maquinaria de explotación - sumisión centrada en un sistema y no en un hombre, en donde un hombre ostenta temporalmente todo el poder para luego bajarse y darle paso a otro, pero siempre asegurando una hegemonía política para un grupo o sistema formado por grupos. Un gran Estado mafioso como el que vivimos gran parte del siglo XX.
Entonces ¿cómo demonios juega el aeropuerto en todo esto?... trataré de explicarme…
La cancelación de Texcoco fue un acto político, creo que la gran mayoría estamos de acuerdo con eso, hasta algunos afines a AMLO reconocen ya que se trató de un manifiesto político y no de una decisión de gobierno. Pero el acto político fue más que dar un manotazo sobre el escritorio y golpearse los pechos mientras se ruje en señal de “yo mando aquí”, no, fue mucho más. Fue una declaración del fin de una hegemonía, el fin de la “tecnocracia” que los echó del poder a mediados – finales de los 80`s. El fin de la tecnocracia que expulsó del olimpo revolucionario al grupo heredero de cárdenas, que fue tan brutalmente echado del poder como los mercaderes del templo, a látigo limpio.
La cancelación de Texcoco significó eso, por esa razón no hay marcha atrás, por esa razón se empeñó el futuro de México, ya dije que México y los mexicanos no importan, lo importante es que han regresado y comienza un nuevo Reich, una nueva “transformación” un “nuevo orden”. No pueden permitir que ese símbolo de la tecnocracia, que significa el aeropuerto de Texcoco, se erija de nuevo. Así como Texcoco, todo lo que sea producto de los gobiernos de “los adversarios” de la transformación será borrado de la faz de la tierra.
Por otra parte, no se puede permitir que se tenga un aeropuerto de verdadero nivel internacional por una sencilla razón, ideológicamente no es compatible con el 70% de los mexicanos. No se puede permitir presumir unas instalaciones como las que el 70% o más de mexicanos jamás han visto, y lo más importante, el día que pueden acceder a algo así, no se sienten cómodos. Se trata de una cuestión ideológica.
Es pues, a todas luces, una estrategia de tierra quemada, una vendetta de viejas deudas, tan viejas, que la mayoría de los mexicanos, desmemoriados como somos, no podemos recordar.
La inauguración del AIFA es más que otra mentira de López sobre los logros de su gobierno, es una estrategia, tan osada como la carga al parlamento europeo, o la “pausa” de las relaciones con España, para que dejemos de hablar de lo importante, abramos los ojos, lo importante está atrás de la nube de polvo que están levantando.
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